Reflexiones bíblicas para el año de la misericordia – 2: La misericordia supera los límites

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Jesús y la mujer cananea (Mt 15,21-28)

La curación de la hija de la mujer cananea es una narración fascinante en la que la misericordia divina y la fe perseverante se cruzan y convergen al final, dando como resultado una curación. La intrincada narración de la fe de la mujer cananea se produce en el bloque narrativo de 13, 54-17,27 que trata sobre "la fe en Jesús". El mensaje del Reino, proclamado en el Discurso de las Parábolas (13,1-53) encuentra después una respuesta humana triple: El rechazo, la incomprensión y la fe (fe vacilante, poca fe, y fe profunda).


Antes del diálogo entre Jesús y esta mujer gentil, hay episodios de fe vacilante en Pedro en 14,28-31, de rechazo a Jesús de los fariseos y los escribas (15,1-9) y de incomprensión por parte de los fariseos acerca de la leyes de pureza que separan lo puro de lo impuro y a judios de gentiles (15,10-20). Además, a este episodio le sigue el rechazo de Jesús (16,1-4) y la incomprensión de los discípulos (16,5-12). Así, en medio de esta tensión narrativa, Mateo presenta a la mujer cananea como modelo de fe, que busca misericordia y ayuda para su hija endemoniada.
La mujer cananea vive en los "límites". De hecho, todo el episodio está marcado por "límites" geográficos, étnicos, raciales, culturales, de género, sociales y religiosos, que aumentan la intensidad del diálogo entre los dos principales personajes: Jesús y la mujer cananea.


1. Los límites geográficos y étnicos: La narración comienza con una configuración espacial con el detalle de la retirada de Jesús a la región de Tiro y Sidón, las dos ciudades gentiles de la costa mediterránea. Anteriormente en el Evangelio, estas dos ciudades fenicias habían sido presentadas en contraste con Corazaín y Betsaida en la aflicción de las ciudades impenitentes (11,21-22). Incluso en el Antiguo Testamento, ambas ciudades comparten una reputación infame (cf. Is 23,1-18, Ezequiel 26-28; Joel 3,4-8) por su arrogancia de riqueza y poder. En segundo lugar, la referencia específica a la etnia de la mujer como cananea (a diferencia de Marcos que la identifica como una sirofenicia de nacimiento en 7,24-30), recuerda la imagen del AT del enemigo tradicional de Israel. Esta referencia precisa a la mujer como "cananea" (antigua denominación de los habitantes paganos de esa zona), establece el tono para el encuentro entre un judio y una gentil y también la preocupación teológica de la comunidad de Mateo, en lo referido a su relación en el plan de salvación de Dios. La palabra 'cananea' se usa sólo aquí en Mt (nunca en otros evangelios), y tal vez ha elegido intencionadamente este término para llamar la atención de los lectores sobre la 'otredad' de la mujer, para distinguirla del resto de los personajes de la historia. En realida podríamos preguntarnos: ¿Quién cruzó los límites, Jesús o la mujer cananea? ¿Jesús yendo a esas ciudades gentiles o dejando que la mujer cruzara a tierra judía? El texto griego plantea algunos detalles ambiguos. Sin embargo, el inconsistente problema geográfico importa menos teniendo en cuenta toda la narración, ya que el foco se desplaza hacia el encuentro entre Jesús y la mujer cananea.


2. Los límites de género: Al pesentarla como "mujer" además de 'gentil', da la apariencia de que la mujer cananea esta aún más marginada. Los discípulos dicen a Jesús: "Despídela, pues va dando voces detrás de nosotros". Esta reacción de los discípulos a la súplica de la mujer puede interpretarse como sensible o como indiferente. Tomada en un sentido positivo, la sugerencia de los discípulos se puede interpretar como: "Haz algo por ella y envíala lejos", o negativamente como: "Deshazte de ella, porque sigue gritando detrás de nosotros". Previamente, en Mt 14,15 los discípulos habían pedido a Jesús que 'despidiera' a la multitud para que fueran a comprar comida antes de que se hiciera demasiado tarde. Pero Jesús no atendió su solicitud y por el contrario alimentó a la multitud con los panes y los peces. En este sentido, en la intervención de los discípulos, ya sea de indiferencia o de sugerencia para que ayude a la mujer, es evidente la distinción entre "nosotros" y "ella". Ella es una "mujer" y una "gentil", obviamente una 'extraña' al grupo, de cuya presencia hay que librarse lo antes posible.


3. Los límites teológicos: Después del silencio enigmático de Jesús y de la reacción de sus discípulos, la respuesta excluyente de Jesús a la mujer nos deja perplejos: “No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel” Es sin duda una justificación teológica para la misión de Jesús exclusivamente para el pueblo judío. Anteriormente se había expresado en el mismo sentido en Mt 10,5-6 cuando da las instrucciones a los discípulos para la misión, "No toméis camino de gentiles ... sino id antes a las ovejas perdidas de Israel". A la luz de Ez 34,16 , la recuperación de la "oveja perdida" era una importante misión del Mesías: Buscar a los perdidos, traer de vuelta a los desviados, vendar a los lisiados y fortalecer a los débiles. Además, desde la perspectiva teológica de Mt, antes de ofrecer la salvación a los gentiles, Dios ofreció en Cristo la salvación a Israel. Como resultado, la misión de Jesús se presenta como el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento. Sin embargo, la respusta de Jesús ciertamente deja una tensión abierta entre el "particularismo" y el "universalismo" (Misión a los judíos y Misión a los gentiles).


4. Límites Religiosos y Sociales: La petición de ayuda reiterada de la mujer cananea ciertamente recibe una dura respuesta de Jesús: "No es bueno tomar el pan de los hijos y echárselo a los perros." Entendido alegóricamente, los "niños" se refiere a los israelitas y los “perros” a los gentiles. De hecho, esta declaración ha provocado mucho debate y discusión entre los eruditos en cuanto a por qué Jesús utiliza una analogía despectiva y ruda para referirse a un grupo de personas. Lo más probable es que sea una imagen referida a la casa, donde los niños reciben alimentos de sus padres y los perros de sus amos. Lo que quiere decir este argumento es que ambos no reciben la misma comida. Sin embargo, de ninguna manera iba destinado a comparar a los dos sujetos (niños y perros) en un nivel ontológico. Si estas imágenes de la casa se sacan del contexto y se aplican a las tensiones nacionales y sociales existentes entre los judios y los gentiles, podríamos perder tambien su verdadero significado. Nadie puede negar la enemistad social que existía entre los judios y los gentiles, sin embargo, el propósito de la analogía no iba destinado a poner de relieve las relaciones entre estos dos grupos, sino a acentuar la "bendición" y el "privilegio" que recibía el pueblo judío como nación elegida de Dios. Como resultado, también se puede encontrar aquí un implícito concepto excluyente de la misión y de la salvación. A pesar de ser rechazada, la mujer muestra su fe firme mediante el uso de la misma analogía, afirmando que ella también puede recibir las bendiciones de Dios, a pesar de que pertenece al grupo de los "otros". Por lo tanto, los que son “otros” en lo social y en lo religioso también pueden encontrar su entrada en el Reino de los cielos y ser beneficiarios de sus bendiciones si persisten en la fe.


5. Superando todos los límites : "Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David", "Señor, ayúdame". A pesar de los rechazos continuos, la mujer persevera suplicando misericordia. Es importante destacar que tres veces se dirige a él llamándolo "Señor", reconociendo así su mesianidad. "Ten piedad de mí", al Señor de la misericordia, la mujer le suplica misericordia. Aquí Mt usa la palabra eleew, que significa clemencia. En cinco ocasiones en el evangelio de Mateo, Jesús aparece como sujeto de este verbo de la misericordia (9,27; 15,22; 17,15; 20,30-31). Y todas las cinco veces que aparece es en un contexto de curación, ya sean los enfermos o sus familiares los que se acercan a Jesús pidiéndole misericordia. Por su parte, Jesús acepta su petición y los cura. De hecho, todos los milagros de curación de Jesús, desde esta perspectiva, pueden ser vistos como expresiones divinas de misericordia. Una de las formas en que puede entenderse el concepto bíblico de misericordia es como la bondad que se muestra a la persona que está en extrema necesidad. Esto se refleja claramente en el grito de esta madre gentil, que suplica a Jesús que muestre bondad con ella y con su hija. Y la misericordia que la mujer pedía finalmente se muestra con una alabanza a su fe persistente:"Mujer, grande es tu fe. Que te suceda como deseas "(v.28). Cuando termina la historia todos los límites se han superado; la fe se impone sobre la tradición y las creencias. En última instancia, la fe y la misericordia prevalecen.

Por último, ¿Qué nos transmite a nosotros esta historia bíblica? a) Dios tiene misericordia y bondad con aquellos que están en necesidad. Su misericordia actúa más allá de los límites. Todos los límites son construcciones humanas, definidos y creados por el pensamiento humano y legitimados por las instituciones humanas, que tienen el potencial para esclavizar a los "otros". Sin embargo, no se puede limitar a Dios y su misericordia; b) Una persona marginada, que vive en los límites se nos presenta como un modelo de fe para hacer hincapié en que la misericordia de Dios alcanza incluso a la periferia; c) El Reino de Dios es para todos: judios y gentiles, hombres y mujeres, propios y extraños, puros e impuros. Nadie está excluido de las bendiciones que el Reino de Dios trae, incluso los que viven en la periferia. Por lo tanto, es una invitación a cuestionar las actitudes, tradiciones y creencias que tienden a marginar a las personas por causa de la raza, el género, el origen étnico, la religión, la clase, la nacionalidad, etc., y por último d) el relato de la mujer cananea es una historia de lucha de la fe perseverante. La étnia y la religión no son un obstáculo para tener fe en Jesús y ser aceptado por él. Sin duda, en el evangelio de Mateo, esta madre pagana se erige como el icono de una inquebrantable fe, en contraste con el pueblo natal de Jesús que lo rechaza (13,54-58), e incluso en contraste con los discípulos, que vacilan entre la fe profunda y la poca fe (14,30-31). Dios siempre es misericordioso con los que tienen fe profunda y están en gran necesidad.

P. Naveen, SVD.

01 year of mercy