Desde el 27 de abril, Río Grande do Sul, en el extremo sur de la región meridional del país, sufre una rara combinación de factores climáticos que ha provocado un largo y voluminoso periodo de lluvias. Esta combinación ha incluido una masa de aire cálido en el sudeste y centro-oeste de Brasil que ha bloqueado el movimiento de un frente frío en el sur del país.
Además, dos corredores de humedad, procedentes tanto del océano Pacífico por influencia del fenómeno de El Niño como de la Amazonia, potenciaron las precipitaciones en Rio Grande do Sul. En Canoas, el Centro Educativo Madre Josefa, que acoge a casi un centenar de niños de 1 a 5 años, quedó completamente inundado. Las cuatro hermanas que vivían allí tuvieron que ser rescatadas en barco el 4 de mayo. Como consecuencia del desbordamiento de los diques de protección, el barrio sigue inundado, lo que impide la reanudación de las clases.
Del 4 al 18 de mayo, el centro deportivo de la Escuela Espírito Santo, en el barrio de Nossa Senhora das Graças, se convirtió en refugio para las familias de Canoas afectadas por las inundaciones. La escuela acogió a 192 personas y 41 animales domésticos. Muchos miembros del personal de la escuela y voluntarios ayudaron a albergar y cuidar a esta población, además de organizar donaciones de agua potable, alimentos, productos de higiene, material de limpieza, medicamentos, juguetes, ropa, zapatos, colchones y mantas, entre otras contribuciones. Para apoyar a las familias y ayudarlas a reconstruir sus casas, Redes Solidarias, institución dirigida por las Hermanas del Espíritu Santo, lanzó la campaña "Compaixão para Rio Grande do Sul". Tu donación marcará la diferencia en la vida de muchas personas.
Oficina de Prensa _SSpS_Brasil