El mes de agosto de 2015 quedará grabado en la memoria de varios niños de la calle de ORPER (Centro de Recuperación y Reeducación de los niños de la calle dirigido por los Misioneros del Verbo Divino en Kinshasa/RD.Congo) que acaban de terminar su formación profesional en estética y belleza, en cocina y gastronomía, en confección y moda.
Después de un año de formación en varias instituciones profesionales acreditadas de la capital, los laureados hicieron las prácticas de 4 meses en diferentes instituciones de Kinshasa, cada uno en su ámbito de estudio. Los galardonados fueron luego sometidos a una prueba final organizada por la inspección de servicios sociales del ayuntamiento de la capital para otorgarles un certificado de estudios profesionales, el cual les permite integrarse en la vida normal y en el mundo laboral. Los resultados del jurado fueron publicados en el boletín oficial del ayuntamiento.
A estas formaciones profesionales se matriculan de manera general, los adolescentes que han abandonados los estudios en secundaria . De esta manera se ofrece una posibilidad formativa a chicos y chicas desfavorecidos que no pueden acceder a la educación formal, tales como los niños de la calle.
Cabe señalar que ORPER da la oportunidad a todos los niños de la calle acogidos en el centro, los que no pueden acceder a estudios de primaria, secundaria y universitarios. De este modo, desde el centro, tienen la opción de realizar estudios de formación profesional en soldadura, mecánico, fontanería , etc. Esta vía formativa se convierte en una manera de que estos niños, que se encuentran marginados por la sociedad, tengan herramientas para poder incorporase en la vida de la sociedad sin complejos.
Tal y como lo pensó su propio fundador, el Padre Frank Roelants, svd en 1981 , de feliz memoria, el objetivo del ORPER era mejorar la vida de los niños y jóvenes de la calle que vivían en una desesperación total por el rechazo de la sociedad que hacía ver su futuro oscuro y sin salida.
En aquella época, a pesar de la escasez de medios materiales y financieros, el P. Padre Frank hizo todo lo posible por escolarizar a aquellos niños que veía capaces de afrontar la formación escolar y orientarles hacia formaciones profesionales. Con el tiempo, decidimos en 2009 abrir algunos tallares de confección y moda, estética y belleza, en cocina y gastronomía.
De esta manera, los niños de 15 a 19 años tienen la oportunidad de aprender algún modulo que les permite integrarse en la vida laboral. En el inicio, no tuvimos buenos resultados, porque de 30 niños de la calle que matriculamos para esos cursos, sólo un 25 % acabó la formación. La razón para ello es el hecho de que la mayoría de los niños que orientábamos para esos cursos eran adolescentes de lo que llamamos “milieu ouvert” (medio abierto), es decir los que viven en la calle y acuden a los centros sólo para bañarse. Para paliar esa situación de fracaso, abrimos un centro únicamente para alojar y cuidar de esos chicos. Desde que tenemos esos centros, los resultados han mejorado drásticamente. El 90 % de chicos terminan su formación.
La graduación de este año es una prueba de ello. Sobre los 32 adolescentes matriculados en los distintos módulos, 17 han recibido su certificado de fin de formación.
Enhorabuena a todos ellos, y a los formadores. Agradecemos la generosidad de todas las personas (amigos, organizaciones y bienhechores) que nos apoyan en esta labor tan importante, de devolver la sonrisa y la ilusión a miles de niños en las calles de Kinshasa.
Por: P. Alpha Mazenga, SVD
