El día 15 de enero se celebró la fiesta de Arnoldo de Janssen (5 de noviembre de 1837 – 15 de enero 1909).
Para conmemorar este día, del fundador, los Misioneros del Verbo Divino y las Misioneras Siervas del Espíritu Santo, se reunieron en las catacumbas de Domitila, en Roma, para festejar el 50º aniversario del Pacto de las Catacumbas. Las dos Congregaciones aprovecharon la fiesta del fundador para profundizar el contenido del Pacto de las Catacumbas y sus consecuencias para las dos Congregaciones en este año de la Vida Consagrada.
El 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, cerca de 40 padres conciliares representantes de diferentes continentes celebraron una Eucaristía en las catacumbas de Domitila. Pidieron “ser fieles al espíritu de Jesús”. Al terminar la celebración, firmaron lo que llamaron “el Pacto de las Catacumbas”, que consistía en una invitación a los “hermanos en el episcopado” a llevar una “vida de pobreza” y a ser una Iglesia “servidora y pobre”, como lo deseaba Juan XXIII.
La Eucaristía del 15 de enero fue presidida por el Cardenal Walter Kasper, y tuvo lugar a las 15,00 hs en la misma capilla de las catacumbas. Antes de la celebración, hubo varias actividades en el Colegio Verbo Divino de Roma, entre otras, la charla del Padre General de los Misioneros del Verbo Divino, Heinz Kulüke, sobre el Pacto de las Catacumbas y Arnoldo Janssen: su implicación Espiritual en la familia de Arnoldo Janssen. También hubo encuentros de reflexión en pequeños grupos, oración personal y colectiva, etc. Después del almuerzo, todos los presentes se dirigieron a pie (casi una hora de marcha) para la misa en las catacumbas de Domitila.